viernes, 7 de septiembre de 2012

Mis investigaciones y estudios de sonido y afinación


  1. COMENTARIOS EN:


    Es una gran satisfacción cuando una cliente trabaja junto al técnico en las partes finales de ajuste, yo siempre cunado culmino un instrumento, trato de acordar con el música para que venga y lo pruebe en mi casa y ponérselo a gusto, que se sienta cómodo, que no sea un ajuste estándar, si hay que subir tal llave porque su dedos son de tal forma o la otra, se sube, si suena así o así cual le gusta más y cual es la mejor opción técnica-sonora más cómoda para el entre otras cosas, eso pienso, es un deber ser al momento de entregar un trabajo, claro no siempre se dan , pero cuando se dan es muy grande la satisfacción que uno siente al ver al cliente contento con el resultado de su instrumento :)
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  2. Antonio, claro esta que cuando terminamos un instrumento debemos invitar al dueño del instrumento a ejecutar con el delante de nosotros, otro factor que se les escapa a muchos tanto reparadores como los propios músicos es que la afinación propia del instrumento muchas veces no va acorde con el criterio propio de cada uno tanto sea el técnico como el ejecutante.

    Hay demasiados temas a tener en cuenta con lo de la afinación, principalmente hace falta que el técnico conozca bien ademas de la mecánica, la realidad tímbrica y sonora de ese instrumento, muchos reparadores son capaces de hacer bien un trabajo digno en el instrumento pero el no ser un verdadero ejecutante como tal, hace de el que tenga unos fallos que no llegará a percibir.

    Cada modelo , marca, edad del instrumento, condiciones de conservación, etc... Todo ello se debe estudiar bien y ademas conocer la dinámica del propio instrumento.

    Mi experiencia como músico muchísimos años unida con la técnica me hace sacar conclusiones muy poco apreciables pero muy comunes, y es que el oído de cada técnico y ejecutante tiene una afinidad sonora con la seguridad muy personal y propia de la afinación, nuestra percepción sensorial puede ser muy precisa, muchos músicos no necesitamos un diapasón por la experiencia a través del tiempo para afinar esa nota o notas para la afinación, tenemos seguridad y creemos en nosotros mismos como si fuéramos los propios diapasones, la decepción llega cuando comparamos distintos niveles de afinación los enfoques del sonido según registros hace que la percepción sensorial nuestra sea imprecisa y nos confunda, la diferencia timbrica de cada instrumento unida a la altura de cada registro en cada instrumento nos da una percepción del sonido de forma confusa.

    Ademas nuestra percepción de la afinación es muy imprecisa, con el paso del tiempo uno puede llegar a creer que esas notas están afinadas y en realidad lo que percibimos es una personificación del sonido,"Lo que yo crea realmente que está afinado no quiere decir que en realidad lo esté"

    Viciamos lo que oímos, personificamos cada sonido, el paso del tiempo nos crea una irrealidad de lo real. Creemos en lo que oímos y ademas podemos estar confundidos.

    Mi percepción sensorial no es igual a la realidad y mi realidad no es la misma de los demás.

    Resumiendo que ademas de comprobar la propia mecánica del instrumento, comprobar las aperturas reales de platos y llaves para la afinación, orificios tonales en perfecto estado y interior y salida de estos acordes para su afinación, ademas de todo ello, tenemos que conocer la verdadera sonoridad del instrumento, niveles de afinación en cada orificio tono teniendo en cuenta los cambios armónicos en cada diferente linea de frecuencia, sonoridad con su brillantez y oscuridad correspondiente etc... pero sin confundir los aspectos deficientes de la percepción individual de cada cual, nuestra percepción sonora no es real.

    Hay muchas discrepancias y inexactitudes individualizadas en cada cual de nosotros, por ello se recomienda utilizar aparatos afinadores, tener una experiencia como propio ejecutante, ser algo mas que un músico de una sola especialidad, conocer los aspectos dinámicos y acústicos de cada instrumento, y confiar siempre en la opinión del músico ejecutante habitual  de ese instrumento, pero sin dejarse mal influir por su realidad, nuestra realidad no tiene por que ser la de los demás ni viceversa.

    Alguna vez algún ejecutante esta confuso en una serie de factores que desconoce porque el sonido que percibimos cada cual con el paso del tiempo queda trabado en nuestro oído.

    Podemos hacer pruebas indistintamente, a un ejecutante le cambias de instrumento el va sonando unas notas concretas y anotamos en un papel su afinación, que no es mas que la percepción individual de lo que uno llega a creer como tal, la conclusión es la mayoría de veces confundida y acorde a su oído.

  3. Ese mismo instrumento o instrumentos los cambiamos de ejecutantes y la conclusión de la percepción en esos sonidos concretos es bien diferente al anterior ejecutante.

    Cuando sonamos la nota diapasón, la mayoría de ejecutantes podemos llegar siempre a dar su precisa afinación, pero esto ya no ocurre por igual en otras notas a distinto nivel de altura sonora.

    Siempre que terminamos de reparar,restaurar, manipular ese instrumento, tenemos la obligación de invitar a su habitual ejecutante a hacer unas comprobaciones.

    Muchas veces con experiencias muy positivas pero por todo lo anterior dicho aveces sacamos conclusiones diferentes y con alguna discrepancia.

    El aparato afinador es un medio preciso y necesario, con las comprobaciones necesarias para el convencimiento propio tanto como del técnico como la del propio ejecutante.

    Los trabajos comparativos de acústica y dinámica en nuestra profesión son necesarios, son una realidad.

                                                         Nota de     Jose Sales Escribano

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